Conocido por su
capacidad de improvisar las más geniales historias jamás contadas, que harían
parecer a Corín Tellado, como una aficionada, frente a éste maestro de la fábula,
la comiquería y la sátira.
Poseedor de una
personalidad afable, y siempre alegre, con una capacidad extraordinaria de adaptarse
a los ambientes, y sacar siempre la mayor de las ventajas.
Humorista por
naturaleza y trabajador incansable, solidario y multifacético.
Sus años de vida en New
York, constituyeron la mayor escuela, donde formó parte de su personalidad. Allí consiguió el apodo de “Fosforito”
por su accionar explosivo, donde convivió con los más peligrosos capos de Washington
High.
El contador de mil una
historias, mitad verdad y la otra mitad fruto de su imaginación.
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