El una vez
prospecto número uno de Los Rancheros de Texas, bateó para promedio de 322, con
119 carreras impulsadas y 37 cuadrangulares, liderando a todos los bateadores
en este último departamento ofensivo; ayudando a su equipo a conseguir el mejor
record y clasificar a la serie semifinal.
El nativo de San Cristóbal aportó su poder como tercero y quinto en el
orden al bate de los Delfines.
En casa, en el parque Resurgimiento, su promedio fue de 314 con 16
cuadrangulares y 55 carreras remolcadas y en gira de .329 con 21 vuelacercas y
64 empujadas.
El mes de julio fue el mejor para el ex liga mayorista en todos los rubros
ofensivos, pues promedió .404 con 14 cuadrangulares y 54 producidas.
Su aporte ofensivo fue mucho mejor después del Juego de Estrellas, pues
antes de éste conectó nueve jonrones y produjo 25 carreras y tras el Clásico,
celebrado en Oaxaca, atizó 28 cuadrangulares y remolcó 94 carreras.
Esta fue la cuarta temporada del oriundo de San Cristóbal, en la LMB, quien
debutó en 2008 con Vaqueros Laguna, en 2009 jugó con Broncos de Reynosa y desde
el 2012 viste la franela de los carmelitas.
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