La Tetragonula carbonaria es una
especie de abeja bastante sorprendente. No lo decimos sólo porque es una de las
pocas especies de abeja sin aguijón, sino porque tienen unos gustos
arquitectónicos más bien curiosos. Construyen
sus colmenas con formas espirales, algo bastante
insólito a lo que aún no se le ha encontrado una explicación.
Se trata
de una especie
endémica de Australia, la cual es conocida por fabricar una
miel extraordinaria y contribuir a la polinización de una manera superior a la
de muchas otras especies. Pero sin duda, su mayor peculiaridad está en su
tendencia a levantar colmenas de resina y cera en una espiral horizontal.
Entomólogos
como Tim Heard, quien ha investigado estas y otras abejas sin aguijón para la
Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth
(CSIRO) en Australia, le han explicado a medios como LiveScience que
las colmenas de esta especie pueden
llevar a tener entre 10 y 20 capas, cada una de ellas formando un
círculo en la continua espiral.
En estas
capas podemos encontrarnos pequeñas vainas circulares, que es donde nacen y
crecen las crías. Son construidas por las obreras, que segregan cera de sus
glándulas abdominales y la mezclan con un derivado de resina vegetal para
formar el cerumen que las componen.
Una vez
construida cada vaina, las obreras regurgitan comida en ella hasta llenar dos
tercios de su capacidad, y cuando las provisiones están listas la reina
deposita un huevo. De él nacerá una cría, que se alimentará de las provisiones
de su celda y crecerá dentro hasta su edad adulta en un periodo de unos 50 días. Según van naciendo las crías, las
vainas donde crecieron son reutilizadas para criar a la próxima generación.
El misterio de la colmena espiral
La
particular manera en la que están construidas estas celdas tiene un doble
misterio. El primero de ellos es el arquitectónico, ya que un grupo de
investigadores intentó crear
un algoritmo para predecir cómo y dónde se construyen estas
colmenas, y con él** no fueron capaces de replicar con exactitud la forma
espiral que consiguen con ellas.
Es más,
durante sus investigaciones no sólo se quedaron sin explicaciones, sino que
descubrieron nuevas interrogaciones. Por ejemplo, en sus observaciones se
dieron cuenta de que en algunas ocasiones las abejas "decidían deliberadamente no construir
en forma de espiral", aunque no supieron descifrar las razones.
El segundo
misterio es el de las razones de
esta particular estructura.
Durante el estudio matemático de su
formación, especularon que podría deberse a que prefieren ir creando cada nueva
celda al lado de la inmediatamente anterior para conseguir un crecimiento
ordenado y progresivode la colmena, pero ni consiguieron demostrar que fuera
así ni es una explicación del por qué elegir esta forma concreta.
"Tal
vez, es solo el resultado de un comportamiento aleatorio, o tal vez sea
adaptativo, le ha dicho el entomólogos como Tim Heard a la web Live Science.
"Una posible ventaja adaptativa de
esta forma es que es un uso eficiente del espacio, y también facilita la
circulación de aire entre las capas.
Pero entonces uno tendría que preguntarse
por qué no es más común".
Vamos, que
aun sin saber si es la acertada, se podría encontrar una explicación más o
menos plausible al factor de forma utilizado por las Tetragonula carbonaria. Pero si
realmente supone un factor de forma creado para aprovechar mejor el espacio, lo
lógico es que otras especies de abeja también hiciesen el mismo tipo de
colmena... y no es así.
Fuente:Xataka.com
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