Un engranaje
clave del sistema global de circulación oceánica está en crisis. Dos estudios
distintos publicados en Nature confirman que la corriente del Golfo, que juega un papel fundamental en la
regulación del clima mundial, se
está debilitando.
La AMOC manda
agua cálida y salada del Golfo de México al norte de Europa. Eso mantiene las
buenas temperaturas de Europa occidental y regula el nivel del mar en el norte
de América. Los datos parecen muy sólidos y, si esto sigue así, los patrones
climáticos de Europa, Estados Unidos y el Norte de África están a punto de cambiar radicalmente.
La antesala de un clima mucho más extremo
Los dos
estudios están de acuerdo en que la corriente está en un estado extremadamente
débil hoy en día. De hecho, está
más débil de lo que ha estado en cientos años. Eso no es nada bueno.
No obstante,
ambos estudios discrepan en cuándo
empezó el proceso de estancamiento. Mientras unos relacionan el proceso
con los últimos 150 años (y establecen una relación con las emisiones de Co2),
los otros creen que el proceso empezó hace más de 1500 años y nuestra acción no
ha hecho más que acelerarlo.
Mientras un estudio analiza
los registros sedimentarios en el suelo oceánico para estimar la fuerza de la
corriente, el otro ha
estudiado la evolución de los patrones térmicos en
Groenlandia. La conclusión es la
misma: la Corriente del Golfo está desacelerándose.
Y como
decía, varios estudios anteriores han demostrado que una desaceleración de la
corriente del golfo aumentaría del nivel del mar en la costa de Estados Unidos.
Sobre todo, en ciudades como Nueva York y Boston. Otros estudios muestran
que este cambio afectaría al clima europeo llenando los inviernos de metros y
metros de nieve y acentuando las olas de calor durante los veranos.
El futuro va a ser un lugar muy poco agradable.
Fuente:Xataka.com
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