Sin duda,
el experimento
espacial de los hermanos Kellyes uno de los más curiosos en lo que
se refiere a enviar al ser humano al espacio, pero más allá de lo llamativo
está toda la información que queda por darnos. Aún estamos a la espera de que
se presente un estudio
definitivo y conjunto sobre todo lo referente a él, pero de momento
se van sabiendo más datos sobre los
cambios en el cuerpo humano al viajar al espacio gracias a este
curioso experimento.
A modo de
breve recordatorio, los hermanos Kelly son dos gemelos idénticos que comparten
otro aspecto más allá de la genética: son astronautas. Aprovechando la
coyuntura, la NASA envió a uno de ellos (Scott) a la Estación Espacial
Internacional durante 340 días, mientras que el otro (Mark) siguió en la
Tierra. Lo que esto permite es que podamos saber qué le ocurre a nuestro cuerpo en condiciones de microgravedad, y
poco a poco los investigadores van desvelando estos hallazgos en diez estudios
distintos.
Telómeros que van, telómeros que vuelven
Como
vimos hace algo más
de dos semanas, los primeros datos nos decían algo más allá de esos
cinco centímetros más de altura con los que Scott había vuelto del espacio.
Salían publicados en Nature y
se hablaba de que había alteraciones conductuales y fisiológicas muy similares
a las que causa el estrés, aunque cabía ver si sólo se debían solo al estrés de
vivir en el espacio (y no tanto a la microgravedad).
Otro cambio
que se vio fue en los telómeros,
es decir, los extremos de los cromosomas. Concretamente se vio que los
telómeros de Scott se habían alargado, al contrario de lo que los científicos
esperaban (en el estudio llevado por Susan Bailey, de la Colorado State
University), aunque tras 48 horas en la Tierra se acortaron hasta volver a la
longitud que tenían previamente a la estancia en la ISS.
Lo que se
considera es que la elongación temporal de los telómeros de Scott puede
ser efecto de la rigurosa rutina
de ejercicio y la estricta dieta hipocalórica del astronauta.
Nadie gana a las bacteria en adaptación
Las
bacterias dan bastante
que hablar en el espacio con más o menos motivo. Pero lo que se
ha visto en cuanto a las diferencias de los gemelos es que la población bacteriana de Scott era muy
distinta a la de Mark durante el tiempo del estudio, si bien cabía
imaginar que pasaría algo así debido a la sensibilidad de los microbios a
cambios en la dieta o el ambiente.
Fuente:Xataka.com
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