El avance de
los coches autónomos ha
estado respaldado por la esperanza de
que salvarán vidas gracias a que habrá menos heridos
y menos muertes por accidentes de tráfico que con coches
conducidos por personas.
Sin embargo,
la mayoría de las comparaciones que
se han hecho hasta ahora entre conductores y vehículos autónomos han sido
desiguales (por no decir injustas).
Las
estadísticas sobre las
causas de los accidentes de tráfico lo dejan claro: más del 90
por ciento de los accidentes de tráfico en EE.UU. están
relacionados con algún tipo de error al
volante. Si consiguiéramos eliminar este tipo de errores, en solamente
dos años salvaríamos tantas vidas como el número
total de combatientes estadounidenses que cayeron durante la Guerra de Vietnam.
Las
estadísticas sobre las causas de los accidentes de tráfico lo dejan claro: más
del 90 por ciento de los accidentes de tráfico en EE.UU. están relacionados con
algún tipo de error al volante.
Para mí, que
me dedico a la investigación sobre factores humanos,
esta no es información suficiente para que podamos evaluar si la automatización
puede ser mejor que las personas a la hora de evitar accidentes de tráfico.
Los
índices de accidentes solo se pueden determinar si también sabemos cuantas "no colisiones" se producen.
En el caso de los conductores, ¿la probabilidad de que una colisión sea un
accidente es de una entre mil millones o de una entre un
billón?
Es
extremadamente complicado determinar el porcentaje de cosas que no ocurren. Por
ejemplo, para estimar cuántas veces no te has chocado hoy con alguien en el
vestíbulo depende de cuántas personas había en ese momento y cuánto tiempo has
tardado en pasar.
También hay
que tener en cuenta que nos olvidamos rápidamente de las cosas que no ocurren,
da igual que sepamos que pasan. Para determinar si los vehículos autónomos son
más seguros que los conductores humanos, los investigadores deberán establecer un tasa de no colisiones tanto
para los humanos como para los emergentes vehículos sin conductor.
Comparando estadísticas apropiadas
Las
estadísticas sobre accidentes de tráfico con conductores humanos se
recopilan en base a todo tipo de situaciones de conducción en todo tipo de
carreteras, entre las que se incluyen gente conduciendo cuando llueve a
cántaros, carreteras de tierra o pendientes con nieve.
Sin embargo,
la mayoría de la información sobre la seguridad de los coches autónomos viene
de la zona oeste
de Estados Unidos donde suele haber buen tiempo. Muchos datos
se han recogido en autopistas de varios carriles de una sola dirección, donde
la principal tarea de los coches es permanecer en el carril pertinente y no
acercarse demasiado al vehículo que va delante.
Para
determinar si los vehículos autónomos son más seguros que los conductores
humanos, los investigadores deberán establecer un tasa de no colisiones tanto
para los humanos como para los emergentes vehículos sin conductor.
A los coches
autónomos se les da muy
bien este tipo de funciones... y a las personas también. Los datos
sobre los sistemas completamente automatizados irán creciendo hasta incluir más
tipos de carreteras a medida que más estados y
países permitan coches autónomos en sus carreteras. Sin embargo,
llevará su tiempo hasta que los coches sin conductor puedan hacer tantos
kilómetros al año y se enfrenten a tantas situaciones como un conductor humano.
Es cierto
que los coches autónomos no se cansan,
se enfadan, se frustran o se emborrachan, pero todavía no pueden
reaccionar ante la incertidumbre o a situaciones ambiguas con la misma
capacidad de reacción que un conductor humano en alerta por lo que parece que
ambos tendrán que
trabajar juntos. Los vehículos autónomos tampoco pueden prevenir peligros potenciales:
normalmente conducen en el presente y sin pensar en los posibles eventos que
pueden surgir más adelante en la
carretera.
Fuente:Xataka.com
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